El estudio de los restos arqueológicos hallados en la Casa del Gobernador ha confirmado que Melilla, con sus ya confirmados más de 2.600 años de antigüedad, es una de las ciudades más antiguas del Mediterráneo occidental. Las piezas encontradas en las excavaciones datan de finales del s. VII. Son cerámicas pertenecientes a ánforas fenicias. Esto asienta la idea de un Rusadir fenicio.