A los dioses no se les puede recibir de cualquier manera. Y menos aún cuando han estado casi un siglo en el exilio. Pere Izquierdo, director del Museu d'Arqueologia de Catalunya (MAC), ya lo dijo el pasado jueves, día en el que la estatua de Esculapio regresó por fin al yacimiento de Empúries tras permanecer 99 años en Barcelona: "Un dios no puede llegar así como así, por eso hemos intentado evocar el ritual con el que eran recibidos en la antigüedad". Dicho y hecho.