Un total de 118 esqueletos humanos de la antigua civilización maya, encontrados en un cenote de Quintana Roo, serán objeto de estudio por parte de un equipo interdisciplinario del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Como si se tratara de Chichén Itzá, los sonidos de instrumentos tradicionales como los tunkules o los teponaztles han llenado el círculo interior de piedras gigantescas. "Venimos a este lugar santo por una premonición. Soñé que tendríamos la oportunidad de proyectar hacia el mundo nuestro conocimiento y que sería en Stonehenge", ha explicado el sacerdote Luis Nah,descendiente de 17 generaciones de la antigua civilización Chilam Balam.