Eran parecidos a los Diplodocus, sólo que más esbeltos; incluso podían parecer gráciles. Sus patas, más largas y estrechas; el cuello, también. Sorprendente en unos bichos tan enormes y acorazados que medían hasta 20 metros y podían alcanzar entre 20 y 30 toneladas de peso. Se llamaban titanosaurios; eran dinosaurios fitófagos que se alimentaban de arbustos, plantas y hojas de árboles, y poco antes de extinguirse, hace unos 65 millones de años, al final del cretácico superior, se paseaban a sus anchas por un territorio subtropical.
El yacimiento de dinosaurios más importante de la Península Ibérica se encuentra en la localidad de Fuentes (Cuenca). Cincuenta técnicos trabajan a marchas forzadas en las excavaciones, que se encuentran en el recorrido de la línea de Alta Velocidad Madrid-Cuenca-Valencia.